Soy una piedra de ámbar y si tú supieras lo que yo he visto... Tendrías que sentarte a escuchar durante millones de años. Pero eso es demasiado tiempo. Así que me limitaré al último siglo, que es el que te queda más cerca. Tengo que decir que antes las cosas no eran tan emocionantes.
Soy una piedra de ámbar y si tú supieras lo que yo he visto... Tendrías que sentarte a escuchar durante millones de años. Pero eso es demasiado tiempo. Así que me limitaré al último siglo, que es el que te queda más cerca. Tengo que decir que antes las cosas no eran tan emocionantes.
La primera vez que caí en manos humanas no fue hace mucho. Ocurrió justamente en la Costa de Ámbar. Allí yacíamos unas cuantas piedras de ámbar dispersas por todas partes, pero esta mujer me escogió únicamente a mí. Y luego, el 30 de enero de 1945, cuando mi propietaria intentaba desesperadamente conseguir una plaza para ella y su familia en el barco Wilhelm Gustloff, yo me encontraba en su bolso por pura costumbre. Y por eso no me separé de ella cuando su maleta desapareció en el tumulto, y seguí con ella, siempre a su lado, después de que el barco se hundió. Por suerte para nosotros, nos habíamos quedado atrás al no poder embarcar, y seguíamos en el puerto esperando al siguiente barco.
Así que permanecí con ella desde entonces. Terminó la guerra, mi dueña tuvo otro hijo, que creció y se casó. Cuando ella murió, pasé a ser propiedad de su nuera, que es con quien estoy ahora. Me guarda en un estuche, como si fuera una joya, y a veces me pregunto qué habría pasado si no me hubiera fosilizado, si hubiera seguido siendo la gota de resina de árbol que fui en su día. En ese caso, nunca habría experimentado esta sensación de estar cargada de significado y memoria, simplemente porque estuve ahí.
Soy un trozo de esquisto arcilloso con siderita y cuarzo. Yo podría contar mucho más sobre la historia de la Tierra que tú... pero estoy de acuerdo contigo en que era mucho más tranquila antes de los humanos. Los acontecimientos de veras complicados sólo empezaron con los Sapiens.
Vine al mundo moderno en Eisernhardt, de donde me extrajeron de la tierra a golpe y porrazo junto con muchos otros pedazos. Pero esa mina está cerrada desde 1957.
La siderita que contengo estaba en demanda en aquel entonces. Porque se empezó a usar mucho: si miras a tu alrededor, hay hierro en todo tipo de cosas. Pero a mí no me extrajeron el hierro porque decidieron emplearme con «fines representativos». Serví de piedra de ejemplo para todas las demás piedras de mi clase en las clases teóricas de mineralogía de la Escuela de Minas de Siegen. Allí acudían mineros, mineros jefes, mineros ambulantes y topógrafos de minas (es decir, ingenieros topógrafos subterráneos), pero esta escuela hace mucho que ya no existe.
Puede que mi historia no suene tan memorable como la tuya del barco. Pero ¿qué opinas de todos los sucesos, percances, accidentes y demás peripecias que viví? Participé en la vida cotidiana de muchísima gente y seguí sus derroteros, con todos sus altercados, alegrías y amoríos... Innumerables episodios que ya nadie recuerda. Todo se sedimenta con el tiempo, como las piedras sobre el suelo.
¿Guardas alguna piedra en casa como recuerdo? ¿Simplemente porque la piedra estaba ahí cuando ocurrió algo? ¿Algo que no olvidarás?